Unas ventanas bien vestidas ponen el toque diferenciador en una decoración cuidada. Los textiles siempre aportan calidez y elevan el nivel decorativo de una estancia, además de ser susceptibles de cambiarse más a menudo que otras piezas del mobiliario y así adaptar la deco a las tendencias en estampados, colores, etc. Las cortinas y visillos también tienen una misión funcional: de fuera hacia dentro, se encargan de tamizar la luz y graduarla según las horas del día y, de dentro hacia afuera, proporcionan intimidad y contribuyen a mejorar la climatización.
QUÉ ELEGIR: CORTINA, ESTOR, VISILLO...
Es evidente que todo depende de cómo sea tu casa y de tus gustos. Pero también del tamaño y el estilo de las ventanas, de la cantidad de luz que entre, del grado de intimidad de la vivienda (lo que tengas enfrente), de la habitación en cuestión... No es lo mismo cubrir unos grandes ventanales de un salón que da al jardín que vestir una pequeña ventana de un dormitorio que asoma a un patio interior. Pero es importante tener en cuenta que no hay por qué decidirse sólo por una cortina o sólo un tipo. ¿Y si enriqueces tu ventana con dos? ¿Y si nos quedamos con lo mejor de cada sistema? Por ejemplo, los expertos utilizan mucho el recurso de combinar unos visillos o estores plegables de una tela delicada –para tamizar la luz y restar visibilidad pero sin quitar luminosidad– junto con unas cortinas de tejido con más textura para poner más intensidad a la decoración y tapar la incidencia directa del sol en las horas de más intensidad o bien ocultar el interior por la noche. Un recurso decorativo también muy utilizado es colocar cortinas o estores finos y, a los lados, una caída de tela, es decir, una cortina pero que no se abre o cierra, solo "viste" y encuadra el ventanal.
DIFERENTES SISTEMAS PARA ELEGIR
Lo primero es decidir si las quieres con barra o con riel. En la primera, las cortinas se colocan con anillas, con anillas en la propia tela en taladro u ojales, o bien con trabillas. Si van en un riel, irán enganchadas con presillas especiales y, además, pueden abrirse con cuerda, no solo con las manos. Este sistema es más cómodo aunque más sensible a estropearse aunque como principal ventaja es que el tejido no sufre puesto que no hay que tocar las cortinas para abrirlas o cerrarlas.
En cuanto a los estores, existen diferentes sistemas para recogerlos: con jareta, con una cinta fruncidora, con trabillas... todo depende del tipo de frunce o pliegue que se desee. Existe una modalidad a parte conocida como screen, como paneles-pantallas de tela o tejido técnico, enrollables o deslizantes –estos son los llamados paneles japoneses–. Este tipo queda muy bien en casa de inspiración minimalista o cuartos infantiles.
Si te cuesta decidirte por uno u otro sistema, hemos seleccionado 20 ideas de los mejores decoradores para que te inspires.
Cortina, visillo, estor, panel japonés...?
UN RIEL PERIMETRAL
Recorrer con un riel todo el perímetro del salón para enmarcar todas las ventanas. En este palacete a las afueras de Madrid, Pablo Paniagua utilizó esta forma de colocar las cortinas para crear un efecto marco del escritorio Luis XVI en bronce. De esta forma, cuando se recogen, dan un toque teatral a la estancia.
CON RAYAS Y BANDÓ
Rayas, bandó y mucho atrevimiento. Porque si te dijeran que unas cortinas de rayas verticales en tonos amarillos iban a quedar bien con un bandó y en contraste con un papel pintado estampado, te habrías llevado las manos a la cabeza. Error. Mira qué bonito queda. Quien no arriesga, no gana.
CORTINAS QUE NO SON CORTINAS
Tengas una ventana o no, agrega una cenefa y cortinas detrás del cabecero de la coma o del sofá para obtener un resultado espectacular. Toma nota de Curated Nest y combina telas estampadas con una cenefa lisa para lograr un diseño equilibrado. Y por supuesto en la ventana de verdad, una cortina sobre un estor. Cortinas elevadas a la máxima potencia.
CREANDO CONTRASTE
Para crear dramatismo, elige un color de cortina que sea opuesto en la rueda de colores al color de la pared. Como se ve aquí, el verde es un color complementario al rosa empolvado y además crea una sintonía perfecta con el faldón de la cama y el cuadro. Puro contraste.
A JUEGO CON LAS VENTANAS
Una forma bonita y de engamar una estancia, la cocina en este caso, es utilizar un estor opaco estampado a juego con el color del marco de las ventanas. Puedes darle un toque romántico apostando por azules, verdes o rosas, pero recuerda que los estores deben ser del mismo tamaño que la ventana, que no sobresalga demasiado.
ESTORES FRUNCIDOS
Estos estores se recogen creando ondas y están confeccionados en lino natural, de Yutes. Una casa con interiorismo de Alejandra Pombo.
CON ANILLAS
En taladros y remaches metálicos, perfectas cortinas para el estilo rústico moderno lleno de carácter de esta casa de montaña.
DOBLE CORTINA
Un estor fino y una caída en los laterales, con telas de Güell-Lamadrid, cubren los ventanales de esta luminosa casa diseñada por las hermanas Rebuelta Domecq.
CORTINAS CLÁSICAS
Con mucho frunce y tejido grueso para tamizar la luz y ocultar la vista desde el exterior en el luminoso salón de esta casa.
ESTOR PLEGABLE
En la decoración de este dormitorio se ha colocado doble estor: debajo uno fino de visillo blanco para dar intimidad sin quitar la luz y, encima, uno plegable de un tejido más grueso.
CORTINAS Y VISILLOS
Unas cortinas delicadas se han colocado en barra, con anillas de metal. A los lados, una caída con tablas para dar más presencia a los ventanales.
CORTINAS EN LA COCINA
En la cocina de este piso en Madrid se ha optado por elevar el nivel de la zona de desayunos en la cocina, con alfombra y un visillo de lino rudo plegable.
CON VOLANTE
En la parte de arriba de las cortinas es muy habitual añadir un volante. Estéticamente sustituye al tradicional bandó que cubría la caja de la persiana y que ocultaba los carriles.
DOS OPCIONES DE CORTINA
En esta casa, muy luminosa, se ha optado por colocar unos visillos pero, sobre ellos y a falta de persianas, unas cortinas opacas para impedir el paso de la luz.
CARRIL OCULTOS
Un visillo blanco y una caída con tablas. El enganche de ambos cortinajes quedan escondidos tras la moldura. Es una idea de Pía Capdevila.
CORTINAS PLISADAS
En esta casa se cuidaron mucho los textiles y se buscaron acabados sofisticados. Las cortinas se han colocado con mucho frunce, casi plisado, para enriquecer el ambiente.
TRAS LA MOLDURA
Entre el falso techo y el ventanal queda un cajeado que se ha dejado para ocultar el sistema de las cortinas, en esta casa de inspiración minimalista.
BARRA DE CORTINA
Las barras de hierro son sencillas de colocar y resistentes, además de poner un toque rústico y campestre. En este bow window queda perfecta, con las cortinas estampadas.
CORTINAS EN SATÉN
Una ambiente refinado, sofisticado y muy exquisito, con las cortinas de satén turquesa rematas con un volante ribeteado.
CORTINAS ROMÁNTICAS
Visillos de lino que se fruncen y caídas que apoyan mucho en el suelo: aires provenzales para esta casa de campo de Cantabria.
VISILLOS PLEGABLES
La interiorista Inés Benavides eligió en esta casa unos delicados estores de lino que dibujan suaves ondas al recogerse.
CON GALERÍA
El estor se recoge totalmente, ocultándose en el bandó tapizado y dejando así toda la ventana libre para abrirse sin trabas.
CORTINAS QUE APOYAN
Las cortinas de tejidos con textura y peso quedan muy bien si apoyan sobre el suelo, como en este elegante piso en París.
PANEL JAPONÉS
Una solución perfecta para ambientes tranquilos y discretos, como en este salón de una casa diseñada por el interiorista Mikel Irastorza.
COMBINAR TEJIDOS
Esta cortinas de un piso en el madrileño barrio de Malasaña se han confeccionado con diferentes textiles que le dan un aire teatral.
Rubén Fabián Costaflis
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